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Saturday, February 22, 2020

Pensando en educadores Sagrados Corazones en este tiempo


Por Matías Valenzuela sscc (Chile)


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  • Siguiendo a Jesús junto con María
El centro de la espiritualidad de los Sagrados Corazones es Jesús. En realidad, podríamos decir que él es el centro de cualquier camino de espiritualidad cristiana, pero en el caso nuestro ello se concreta en la búsqueda de sintonizar con los sentimientos, las opciones y las actitudes profundas de Jesús. Por ello decimos que estamos llamados a entrar en su corazón al modo como lo plantea la carta a los Filipenses de San Pablo cuando invita a sus hermanos en la fe a tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús (Filipenses 2,1-11).
A lo largo de la historia de nuestra Congregación esto se ha dicho de diversas maneras. En primer lugar tal como lo afirmaron nuestros fundadores, Pedro Coudrin y Enriqueta Aymer, se expresó a través de la consagración a los sagrados corazones de Jesús y de María, que implica una pertenencia a ellos, entrando en el dinamismo de su amor a Dios y por toda la humanidad. Aquí María aparece asociada a la misión de Jesús, ella es su primera discípula y nosotros estamos llamados a caminar con ella y como ella en el seguimiento de su hijo Jesús.
Posteriormente, en la revisión post conciliar que implicó una nueva redacción de las constituciones, la manera de expresar esta centralidad de Jesús fue la siguiente. Se dijo que nuestra vocación y misión es: contemplar, vivir y anunciar el amor de Dios encarnado en Jesús. Aquí se destaca el amor de Dios, pero sin separarlo de Jesús quien lo encarna, lo anuncia y transmite a todos a través de la entrega definitiva de su vida. Un valor adicional de la renovación del Vaticano II es que volviendo a las fuentes, entre ellas las Escrituras, hace reconocer que ese amor de Dios encarnado en Jesús no se reduce al misterio redentor de la Cruz y la Resurrección, sino que abarca todo el camino del Hijo de Dios que se hace uno de nosotros a través de la encarnación y luego pasa por este mundo haciendo el bien (Hechos 10,38) con un determinado modo de ser y de vivir; que aquellos que nos hemos sentido llamados a seguirlo debemos conocer y hacer nuestro.
Esta espiritualidad tiene mucho que ver con la dimensión afectiva de la vida y, a la vez, con el centro profundo de cada uno, con nuestra interioridad. No por nada podemos ser llamados corazonistas. Ya que la comunión con el Señor está llamada a ser muy íntima. Por ello mismo, una de las prácticas principales de nuestra tradición es la adoración que nos sitúa junto a Jesús, prolongando la eucaristía, las más de las veces en silencio, queriendo conectarnos desde lo más hondo de nosotros mismos con Él. Allí Jesús se relaciona con su Padre en comunión con el Espíritu Santo penetrando en un misterio de diálogo, de escucha, de silencio y de amor donde toda la realidad es acogida e iluminada. Estamos llamados a ser hombres y mujeres de corazón, conectados interiormente con nosotros mismos y desde ahí abiertos a los demás y en especial al Señor.
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  • Reparando en las brechas, adorando y caminando con nuestro Pueblo
El número dos de las Constituciones de la Congregación de los Sagrados Corazones se inicia con las siguientes palabras: “Conscientes del poder del mal que se opone al amor del Padre y desfigura su designio sobre el mundo, queremos identificarnos con la actitud y obra reparadora de Jesús”.
Es un texto denso que plantea una de las ideas matrices de nuestra espiritualidad desde sus orígenes. Se trata de la fuerza destructora del pecado que amenaza permanentemente la obra de Dios, la vida de la humanidad y el pueblo de Dios, la casa común y la entera creación. El texto invita a una mirada lúcida, atenta, sin ingenuidades, consciente de las heridas personales y sociales, de sus causas y consecuencias, de las fuerzas que ejercen violencia contra el reino de Dios (“el  reino de Dios sufre violencia”, Mateo 11,12). A esto se opone tanto la ceguera como la indiferencia.
Frente a ese mal y a esa violencia, nosotros estamos llamados a “a vivir el dinamismo del amor salvador” (Constituciones 2) y dejarnos embargar de celo por la misión. Esa misión es la de Jesús, que ha venido a traer vida y vida en abundancia (cf. Juan 10,10), asumiendo sobre sí el peso de nuestros pecados, haciéndose solidario de nuestros padecimientos, hasta la entrega completa de su sangre en la Cruz. La fractura que produce nuestro pecado es reparada por Jesús sellando una alianza nueva y definitiva que restaura la unión con Dios y con toda la humanidad. El misterio de la redención es un misterio de unidad y de amor, que conjuga la misericordia, la justicia y la paz.
Desde los inicios nuestros fundadores quisieron entrar en este camino de reparación de todo aquello que atentaba contra el dinamismo del amor. Pensémoslos a ellos en el contexto de la Revolución Francesa en la que se atacó fuertemente a la Iglesia Católica y a la fe. Hoy, para nosotros, hijos e hijas de los Sagrados Corazones, llamados a ser conscientes y empáticos con el dolor de nuestro mundo, sigue siendo relevante esta perspectiva. Comprendiendo que quien repara e intercede por todos permanentemente es el Señor y nosotros estamos llamados a sumarnos en esa misión, prolongando su presencia en el mundo.
El camino de la reparación conduce a buscar las brechas, las fracturas, ahí donde la relación con Dios se está derrumbando (A. Toutin, La Reparación, Roma, 2016), porque es el mismo Dios quien suscita mediadores que como Jesús interceden por su pueblo, colaborando a unir lo que se había quebrado. “Hablaba [Yahveh] de exterminarlos, si no es porque Moisés, su elegido, se mantuvo en la brecha, en su presencia, para apartar el furor de destruirlos” (Salmo 106,23). Hay una ira, una indignación, que hunde sus raíces en el amor y que significa poner un límite a toda clase de abuso e idolatría, y que de algún modo está presente en el mismo Dios. Dios quiere la vida de su pueblo y de cada uno y cada una de nosotros y sabe que para ello necesitamos dejarnos amar por él. Pues cada vez que ponemos otra cosa en el centro de la vida, en el lugar de Él, caemos en un inevitable vacío auto-destructor.
Para empatizar con esta realidad y poder colaborar en su redención/sanación es necesario profundizar en los sentimientos de Jesús y a la vez caminar diariamente con nuestro Pueblo. Los educadores Sagrados Corazones están llamados a unirse al dinamismo del amor de Jesús a través de la adoración reparadora y a través del ejercicio de su propia vocación. Colaborando así en la comunión con todo el pueblo de Dios y ofreciendo su entrega por todo aquello que el Señor quiere sanar, liberar y redimir. Lo cual supone, de manera ineludible, estar cerca y empatizar con lo que ocurre a nuestros hermanos y a nuestro pueblo. Tal como lo expresa poéticamente nuestro hermano Esteban Gumucio: “No, no es desde mi ventana donde puedo escrutar los signos de tu venida hoy. Es al caminar al interior de lo que cada día le pasa a mi hermano y me pasa a mí; le pasa a mi pueblo y me pasa a mí” (cf. Esteban Gumucio, Cartas a Jesús, Santiago, 2014).
La identificación con la actitud y la obra reparadora de Jesús se lleva a cabo adorando y caminando, construyendo y renovando, en silencio ante el Señor y en el trabajo diario; como maestros, amigos, integrantes de una familia, vecinos, condiscípulos, docentes y compañeros.
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  • En comunión con toda la Iglesia, discernimos la voluntad de Dios, en vistas de la misión.
“La disponibilidad para las necesidades y urgencias de la Iglesia, discernidas a la luz del Espíritu, así como la capacidad de adaptación a las circunstancias y acontecimientos, son rasgos heredados de nuestros Fundadores” (Constituciones 6).
Los Sagrados Corazones estamos llamados a ser hombres y mujeres de Iglesia, siempre al servicio de la misión que Jesús le encomendó a la Iglesia en su conjunto. Por ello, disponibles y atentos a lo que las iglesias locales puedan ir requiriendo. Jamás encerrados en una burbuja aparte. Aunque tengamos una identidad propia y acentos específicos que aportar del evangelio. En este sentido, debemos reconocer que al interior de nuestra Iglesia hay una gran diversidad de carismas y de modos de vivir el Evangelio, que en ocasiones incluso aparecen como contradictorios. Ello no debe atemorizarnos ni aislarnos, sino que debe invitarnos a ensanchar la mirada y el corazón a fin de posibilitar una comunión más amplia, incluso en medio del disenso, es decir, donde no necesariamente estemos de acuerdo en todo.
El Papa Francisco ha dicho que es el Espíritu Santo quien posibilita la unidad en la Iglesia, pero una unidad que no es uniformidad, sino que es armonía, como en la música polifónica en la que se ensamblan diversas notas e instrumentos permitiendo la unidad en la diversidad. A ello estamos llamados activamente: a ser constructores de comunión, como en la eucaristía, donde nos encontramos personas muy distintas en torno a la mesa de Jesús conmemorando su entrega y a la vez acogiendo con alegría la buena noticia del Reino. Ahí, en la mayor diversidad, cada uno acude como respuesta a un llamado, dejándose amar, sanar y salvar y desde ahí; uniéndose a todos los que han querido escuchar ese mismo llamado. Cada uno por su propio camino y todos a la vez, pecadores perdonados.
Hoy, más que nunca, estamos llamados a formar una Iglesia sinodal, donde caminemos juntos y entre todos la construyamos. La responsabilidad de la Iglesia es de todos los bautizados y de todos los hombres y mujeres que de algún modo se han sentido tocados por la mirada de Jesús, que propone un camino-con-otros y un ser-para-los-demás. En esta Iglesia del siglo XXI no puede haber cristianos de primera y segunda categoría; sino que todos estamos llamados a discernir juntos la voluntad de Dios, aportando y respetando el carisma, el ministerio y el estado de vida al que hayamos sido llamados y que hemos abrazado desde la igualdad fundamental de todos los bautizados.
En este camino el anuncio del Evangelio, de la Buena Noticia del Reino de Dios que llega a nosotros a través del rostro de Jesús y cuyos primeros destinatarios son los pobres y los que sufren, es un aspecto ineludible de nuestra misión. Una comunidad educativa que no responda a la urgencia de la evangelización estará olvidando la razón fundamental para la cual fue creada. Esto implica anunciar a Jesús, a tiempo y a destiempo, de palabra y mucho más con nuestras opciones y gestos, es decir, con nuestro testimonio. Incluso más, cuando invitamos a nuestros jóvenes a elegir su vocación de cara a las necesidades de nuestro mundo y escuchando aquello que late en lo hondo del corazón humano, ahí también estamos ofreciendo un rol evangelizador y estamos siendo Buena Noticia para los pobres.
El discernimiento es siempre para tomar una decisión de cara a la misión que se nos ha confiado, para definir hacia dónde y cómo nos impulsa el Espíritu, a fin de anunciar el Amor. La docencia también es una vocación, que se enmarca en el amplio espectro de la vocación cristiana y se une a la misión de toda la Iglesia. Desde esa particular relación educador-alumno en el contexto de una comunidad educativa. Tiene un sentido propio, una belleza específica y una gran responsabilidad. Cada comunidad y cada docente también deberán discernir esos modos y esos caminos para ser fieles aquí y ahora, al llamado que el Señor les ha hecho.
Hoy esto es un mandato irrenunciable, ya que estamos en un cambio de época, donde surgen nuevos paradigmas que influyen en el modo de ser personas y de habitar en el mundo. Estos cambios, que nos confunden e inquietan, exigen mucho diálogo y, sobre todo, una escucha atenta de la realidad. Sin temores, sino con la confianza recia en la ternura providente de Dios. Él, que sabe todo, y no deja de cuidarnos jamás, es el fundamento, la roca firme de nuestro camino. Es una marcha en tanteo, donde la oscuridad es oportunidad para buscar la luz y mantenerla encendida en el corazón.
Es muy hermoso reconocer que nuestra Iglesia desde sus orígenes, como lo muestra el capítulo 15 del libro de los Hechos, ha discernido lo que el Espíritu quiere para la comunidad en tiempos de cambio y donde la intención es que la salvación alcance a todos no imponiendo más cargas que las esenciales en sintonía con el querer del Señor.
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  • Desarrollando ciertas habilidades pedagógicas y de gestión
  • Cultivar el sentido de Iglesia y de Congregación, desde la pertenencia a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
  • Educar en el silencio y en la escucha del corazón.
  • Educar en la práctica de la adoración reparadora, uniéndose a Jesús en su presencia eucarística y con Él al Padre y a toda la humanidad.
  • Educar en la lectura, reflexión e iluminación de la Palabra de Dios.
  • Educar en la relevancia de los ritos y de los símbolos, y particularmente de los sacramentos, que nos conectan con lo esencial.
  • Educar en la capacidad de decidir, y de hacerse responsable de las propias elecciones y sus consecuencias.
  • Introducir en el camino de la oración y especialmente de la adoración. La oración entendida como encuentro, como diálogo y como silencio que trae paz al corazón.
  • Formar en la opción preferencial por los más pobres, comprendida como una opción de amor y como una opción no excluyente, que persigue la construcción de un mundo más justo para todos. La cual implica también el contacto personal y la valoración y el respeto profundo por el rostro del otro, de todo otro.
  • Educar en el compromiso social y político, reflexionando la relación entre fe y política, así como la dimensión ecológica del cristianismo.
  • Educar en la construcción de comunidad, de vínculos de respeto y de fraternidad, de sentido de pertenencia.
  • Educar el espíritu de familia y la vocación a la alegría del amor que incluye la posibilidad del matrimonio y de los hijos, como camino de compromiso y entrega, como una verdadera vocación.
  • Formar para la misión, para ser Iglesia en salida, que va al encuentro de los que están alejados tal como lo hizo María en la Visitación.
  • Educar la dimensión científica, el método, la experimentación, admirando los aportes del desarrollo tecnológico y a la vez reflexionando los criterios necesarios para que esos avances estén al servicio de una vida más humana y digna para todos, en comunión con toda la creación.
  • Educar la dimensión artística, en la música, la danza, las artes visuales y las artes plásticas, conectando con la belleza y con la capacidad creativa de todo ser humano, donde también se hace presente la chispa divina. En este ámbito tiene mucho sentido sintonizar con las expresiones y las raíces culturales de cada pueblo, alimentando el sentido de pertenencia y el amor por las tradiciones que han dado vida a ese pueblo.
  • Educar en lo deportivo y en todo lo que tiene relación con la corporalidad, a través de la sana competencia y también a través del contacto con la naturaleza, en el excursionismo, el senderismo, la caminata y todo lo que permita un sano equilibrio de mente y cuerpo.
  • Educar en el sentido de pertenencia al propio territorio. Conociendo la historia de la propia tierra y sus símbolos, valorando sus espacios públicos, su arquitectura y descubriendo también sus desigualdades y heridas que requieren miradas de futuro en vistas de una vida mejor para todos.
  • La dimensión internacional de la Congregación invita a educar en la apertura a todos los pueblos y a ser especialmente acogedor con los inmigrantes, invitándolos a sentirse en casa.
  • “Para que el reinado de Dios se haga presente, buscamos la transformación del corazón humano” (Constituciones 6). Esto implica un trabajo muy personalizado y educarnos en el acompañamiento de procesos de vida y de fe, con finura, respeto y generosidad.
  • Educarnos en el ámbito de las emociones. Aprender a reconocerlas y expresarlas, respetuosa y asertivamente. Aprendiendo a gestionar las emociones negativas y a desarrollar las positivas. Haciéndonos capaces de contener y acompañar a otros en su crecimiento, maduración y transformaciones.
  • Los hermanos y hermanas de nuestra familia religiosa constituyen una sola Congregación. Esto nos conecta con el desafío de la igualdad entre varones y mujeres, reconociendo que somos diversos y complementarios.
  • Desde sus orígenes la Congregación tiene una rama secular. Sus miembros se comprometen a vivir la misión y el espíritu de la Congregación. Esto hace referencia a la pertenencia a la Congregación desde la condición de laicos.
  • Educarnos en una gestión que sea eficiente, con buenos niveles de comunicación y de transparencia, con capacidad de dialogar los temas antes de tomar las decisiones. Esforzándonos por no someter a las personas a un estrés que les haga daño sino que simplificando y priorizando el uso del tiempo y las tareas.
  • Generar las condiciones de trabajo que permitan la evaluación de los procesos y la expresión de lo que se puede mejorar.
  • Valorar la gratuidad, el tiempo del encuentro y la fiesta.
 Estas líneas han sido conversadas con algunos educadores que me han ayudado a complementarlas y pulirlas. Han sido escritas con mucho cariño y respeto por todos los que ejercen la vocación docente cada día. También se nutren del amor por el carisma de los Sagrados Corazones que se nos ha regalado y que puede seguir aportando a la vida de nuestra Iglesia y de nuestro Pueblo. Sabiendo que este es un tiempo exigente y que el camino se recorre paso a paso, partiendo desde el punto en que cada uno esté y acompañándonos mucho.
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Tuesday, May 2, 2017

50 años del nuevo colegio 
«Ntra. Sra. de la Paz»

Les 50 ans du nouveau Collège 
« Notre-Dame de la Paix »

50 years of the new school 
“Our Lady of Peace”

Torrelavega 
(España / Espagne / Spain)

Manuel García Ripado, ss.cc.

El colegio de Nª. Sª. de la Paz cumple 50 años en su nueva ubicación. Está situado en la ciudad de Torrelavega, perteneciente a la autonomía de Cantabria a pocos kilómetros del mar Cantábrico. Es una ciudad industrial (Solvay, Sniace,Firestone…) y comercial, con altibajos en estos tiempos de recesión económica. Tiene unos 50.000 habitantes y está a 20 kilómetros de la capital, Santander.

La presencia de los hermanos comenzó  cuando se instalaron en ella en 1922. En las crónicas de la comunidad están relatadas muy  pormenorizadamente las gestiones del P. Wilfrido Müller sscc, provincial entonces, para abrir  un colegio. Se compró una finca al lado del colegio de las hermanas sscc, presentes en Torrelavega desde  1881. Ellas ayudaron mucho  en estos comienzos.

La ciudad les acogió muy bien porque tenía una fuerte demanda de puestos escolares.  Los trabajos escolares comenzaron ese mismo año y los religiosos de la comunidad se encargaban de las clases, al mismo tiempo que ayudaban en la pastoral a los sacerdotes de Torrelavega y de los pueblos vecinos.


Corrió el tiempo y en la década de los 60, con el desarrollismo español y, por supuesto de Torrelavega, se vio  la necesidad de construir un “nuevo” colegio, pues el “viejo” se quedaba ya pequeño y había carencia de aulas y espacios para el ocio.

Se comenzaron las gestiones para comprar una finca lo suficientemente grande, no muy lejos del antiguo. Y esta finca se encontró en el pueblecito limítrofe de Sierrapando, hoy integrado en el ayuntamiento de Torrelavega.

Comenzó a construirse en el año 1965, encomendando su construcción a dos prestigiosos artistas: el arquitecto dominico P. Francisco Coello de Portugal y el escultor catalán José Mª Subirachs. Una conjunción de artistas que hizo posible la edificación de un colegio-residencia-iglesia que se salía de los cánones habituales para este tipo de edificios y que causó sensación en aquel tiempo en el que la arquitectura religiosa comenzaba a “modernizarse”.

El edificio tiene un aire “expresionista”. “La fachada tiene forma de rectángulo que coincide con la estructura del edificio a modo de pantalla hasta su entronque con el liso muro de la iglesia aneja que se levanta a la derecha….en la parte de la izquierda se juega con las huellas de maderas del encofrado para romper la planitud mediante el rehundido más o menos intenso de las distintas tablas”. (Fco.J. Portela Sandoval en su opúsculo: Subirachs y el Colegio de Nª. Sª. de la Paz).

En toda la fachada aparece abundantemente la palabra PAZ. Esta fachada  que da sensación de “pesada” se agiliza al estar asentada sobre una base de cristal. La fachada está presidida  por la imagen estilizada de la Virgen de la Paz, realizada en fibrocemento coloreado. Obra de Subirachs, como la fachada, artista muy conocido, sobre todo por ser el encargado de terminar  el templo de la Sagrada Familia de Barcelona.


La iglesia, adosada al Colegio, con el que forma un conjunto unitario es amplia y “desnuda” (se notan los aires del Concilio Vaticano II), capaz de  cobijar a los 1.150 alumnos que  tiene el colegio. El interior, de cemento  como la fachada, tiene un cierre en caída que en la jerga arquitectónica es cubierta alabeada (paraboloide hiperbólico). La singularidad de este edificio colegio-parroquia hizo que el Gobierno de Cantabria lo declarara “bien de interés cultural”.

El nuevo colegio se inaugura el 19 de mayo de 1967 en presencia de las autoridades de la ciudad siendo bendecido por el P. Germán Lorente sscc, provincial. Se da la coincidencia de que ese mismo día se bendice el “nuevo” colegio de las hermanas, construido relativamente cerca del nuestro, en la misma zona… Se cerraba una etapa, muy positiva, de los “viejos” colegios y se habría otra en la que estamos embarcados.

Con motivo del cincuentenario el colegio ha programado una serie de actividades destinadas tanto a los actuales alumnos como a los antiguos alumnos, que son muy numerosos en Torrelavega y pueblos de los alrededores.

Los actos comenzaron con una eucaristía abierta a la ciudad, presidida por Enrique Losada sscc, provincial, y concelebrada por 14 sacerdotes. Participaron en ella  la Agrupación de Coros y Danzas del pueblo de Tanos y un coro de Piélagos.

También se han programado actos deportivos, culturales y de confraternización. En el hall del colegio se ha montado una exposición que recoge  la vida  del viejo y nuevo colegio. Asimismo se ha pedido a abuelos y padres, que vivieron la construcción y que fueron los “nuevos” alumnos que cuenten, a modo de “cuentacuentos” sus recuerdos y vivencias. También el AMPA (asociación de padres y madres) programa para el final del curso un día de convivencia de las  familias con  juegos y comida  y una eucaristía para antiguos alumnos.



Se clausurará el cincuentenario con una eucaristía para los alumnos y sus padres el 1 de octubre.

Este cincuentenario ha servido también para una renovación pedagógica de fondo, en la que están implicados todos nuestros colegios y, al mismo tiempo, para una remodelación de los espacios, exigidos por las nuevas técnicas pedagógicas.

Termino con estas palabras del P. Provincial con motivo de la colocación de la primera piedra el 12 de octubre de 1965: “El obispo de Santander me ha insistido en que lleváramos a cabo este nuevo colegio, demostración del amor de la Congregación por Torrelavega….El futuro de Torrelavega se hallará, con estos dos grandes colegios, muy vinculado a los PP. y MM. de los Sagrados Corazones, confiando en que Dios nos ayudará”. Y nos va ayudando.








Fifty years of the new Our Lady of Peace College,
Torrelavega (Spain)

Our Lady of Peace College has been in its present location for 50 years. The school is situated in the city of Torrelavega in the autonomous region of Cantabria a few miles from the Cantabrian Sea.  As an industrial and commercial city (Solway, Sniace, Firestone…) it has its economic ups and downs. There are 50,000 inhabitants and the city is 20 kilometers from the capital Santander of the autonomous region.

The brothers started here in 1922. Community chronicles relate meticulously the maneuvers of Father Wilfrido Muller sscc the then provincial to open the college. He bought a farm in Torrelavega alongside the college which our sisters ran since 1881.  The sisters helped a lot to get the college started.

The city welcomed the college because of the big need for such. School work got started that year and the brothers were both teaching and  helping the local priests in Torrelavega and the vicinity.

Fast forward and we are in the sixties and in the midst of great development in Spain and therefore also in Torrelavega. It is time to construct a new college because the old is too small, not enough rooms and little space for sports. The search is underway to buy a sufficiently large property but not too far from the old. It was found within the village of Sierrapando, today part of the municipality of Torrelavega. 

Construction got underway in 1965 featuring two prestigious artists: the Domincan Architect Father Francis Coelho de Portugal and the Catalan sculptor José Mª Subirachs. This collaboration of artists designed a combination of school-residence-church which went beyond the habitual norms for this type of building. At the time, this caused a sensation in that religious architecture was beginning “to modernize.”

The building had an expressionist flare. “The façade has a rectangular form- which goes along with the structure of the building- as a screen up to the junction with the smooth wall of the attached church building, rising to the right .... on the left part there is a framework of  wooden panels to break the flatness by means of the more or less intense recess of the different tables." (Fco.J. Portela Sandoval in his work: Subirachs and the College of our Lady of Peace).

The word “peace” (Paz) appears often on the façade. This façade which could give off a feeling of being heavy handles itself   as if seated on a base of crystal.  The façade is dominated by an image of the Our Lady of Peace done in a colored fiber cement.  The image like the façade is the work of Subirachs, well known above all else for his charge to bring the work on Sagrada Familia de Barcelona to completion.

The church attached to the school with which it forms but one unified structure is ample but “dressed down” ( the fresh air of Vatican II) capable of accommodating all 1500 students  who make up the student body. The interior done in cement like the façade has a gathering-in effect that in the architectural jargon is known as “curled cover” (hyperbolic paraboloid).

The uniqueness of this school-parish edifice has lead the government of Cantabria to declare it a cultural heritage building.

The college opened May 19, 1967 in the presence of the municipal authorities. Father German Lorente sscc provincial blessed the construction. By coincidence, on the same day the new college of the sisters was blessed, built relatively close to ours, same zone. One stage indeed quite positive in the history of the old colleges had passed and now there was another on which to embark.

To celebrate the anniversary the college planned a series of events focused on both the present student body and past students, many of whom live in Torrelavega and surrounding areas. 

The events began with the celebration of the Eucharist presided by the then Provincial Enrique Losada sscc. There was an open invitation to all in the city and there were fourteen priests who concelebrated. The Group Dances and Choirs from the town of Tanos took part as did the choir of Pielagos.

There were cultural and sports event also on the program plus times to be re-acquainted.  An exposition of life at the old and at the new colleges was mounted. Grand fathers and fathers from the time of the construction and who were the new students told their fifty-something stories and shared memories.  AMPA, the association of fathers and mothers, put together a final day of family get-togethers featuring games and food and Eucharist for the old students.

On the first of October the fiftieth anniversary celebration closed with a Eucharist for the students and their parents.

This anniversary served to review teaching method from bottom up here and in all the sscc schools and at the same time served for the remodeling of spaces needed for the newer pedagogical technologies.

I conclude with these words from the then Provincial laying the foundation stone in October 12, 1965: “The Bishop of Santander has insisted that we complete this new college, a demonstration of the love of the Congregation for Torrelavega.... With these two great colleges, the future of Torrelavega, well connected with the Brothers and Sisters of the Sacred Hearts, is confident that God will help us.” And God is indeed helping us. 









Les 50 ans du nouveau Collège de N. D. DE LA PAIX - TORRELAVEGA 

Le Collège de Notre Dame de la Paix célèbre les 50 ans de sa nouvelle implantation. Il est situé dans la ville de Torrelavega, qui appartient  à la province  autonome de  Cantabrie, à quelques kilomètres de la mer Cantabrique. C’est une ville industrielle (Solvay, Sniace, Firestone...) et commerciale, avec des hauts et des bas en ces temps de récession économique. Elle compte environ 50 000 habitants, située  à 20 kilomètres de la capitale, Santander.

La présence des frères a commencé avec leur arrivée  en 1922. Dans les chroniques de la Communauté sont  rapportées très minutieusement les démarches  du P. Wilfrido Müller sscc, provincial à l’époque, pour ouvrir un collège. Une ferme fut achetée, tout près du collège des sœurs sscc, présentes déjà à Torrelavega dès 1881. Elles nous furent d’une précieuse aide en ces débuts.

La ville nous   accueillit très favorablement, en effet il y avait une forte demande de structures  scolaires. Les activités  scolaires  commencèrent  l’année même de notre  arrivée. Les religieux de la communauté religieuse se chargèrent  des classes et  en même temps ils appuyaient la  pastorale des prêtres de Torrelavega et des villages  voisins.

Le temps passa et dans les  années 60, avec le développement de l’Espagne et plus particulièrement  de Torrelavega, il s’avéra nécessaire  de construire un « nouveau» collège parce que l’ancien se trouvait trop  petit et  manquait de salles de classe et d’espace pour les loisirs.

On commença à faire des démarches pour  acheter un domaine assez grand, non loin de l’ancien,  qui se situait sur le territoire du village limitrophe avec  Sierrapando, aujourd'hui intégré à la municipalité de Torrelavega.

Les travaux de construction commencèrent  en 1965, et furent confiés à deux artistes prestigieux : l’architecte dominicain Francisco Coello de Portugal et le sculpteur catalan José Mª Subirachs. Un ensemble d’artistes qui a  rendu possible la construction d’un collège-résidence - église qui  sortait des  canons habituels pour ce type de bâtiments et qui fit sensation à l’époque où l’architecture religieuse  commençait  à se « moderniser ».

L’édifice a  un style « expressionniste ». « La façade de forme  rectangulaire  correspond à la structure du bâtiment à la manière d’un écran jusqu'à sa jonction avec la paroi lisse de l’ église adjacente qui s’élève à droite... sur la partie  gauche il y a un jeu  de traces de bois de coffrage pour briser la monotonie grâce au  relief plus ou moins intense donné  aux  différentes planches de bois ». (Fco.J. Portela Sandoval dans son livret : Subirachs et le Colegio de N.D. de la Paix).

Le mot PAZ  apparaît abondamment sur toute la façade. Cette façade qui donne un sentiment de « lourdeur » se fait plus légère en venant se poser  sur une base de verre. La façade est dominée par l’image stylisée de la Vierge de la Paix, réalisée en  fibrociment coloré. Comme la façade, c’est l’œuvre  de Subirachs, artiste bien connu, surtout pour être le maitre d’œuvre  de la finition de l’église de  la Sagrada Familia à Barcelone.

 L’église adossée  au Collège, forme avec celui-ci un ensemble unique, large et dépouillé (on y reconnaît un air de Vatican II), avec la capacité d’accueillir  les 1150 élèves du collège. L’intérieur, en ciment comme la façade, a une fermeture tombante, que dans le jargon architectural est un toit courbé (paraboloïde hyperbolique).

Le caractère unique de ce bâtiment collège-paroisse fait que le gouvernement de Cantabrie, l’a déclaré « bien d’intérêt culturel ».

 Le nouveau collège a été inauguré le 19 mai 1967, en présence des autorités de la ville et béni par le P. Germán Lorente sscc, provincial. La coïncidence voulut  que ce même jour était béni le « nouveau » Collège des sœurs, construit relativement près de nous, dans la même zone... Se terminait ainsi une étape, très positive, des « anciens » collèges, et s’en ouvrait une autre en  laquelle nous sommes embarqués.

À l’occasion du cinquantième anniversaire,  le collège  a programmé  une série d’activités destinées aux étudiants actuels comme aux  anciens élèves, qui sont très nombreux à Torrelavega et dans les villages voisins.

Ces activités ont commencé avec une célébration eucharistique ouverte aux personnes de  la ville, présidée par Enrique Losada sscc, provincial et concélébrée par 14 prêtres. L’Ensemble des Chœurs et Danses de Tanos et un chœur de Piélagos  ont participé à cet évènement.

Egalement ont été  programmés des activités sportives  et culturelles. Dans le hall du Collège a été présentée  une exposition sur  la vie de l’ancien et du nouveau collège. Il a  été demandé aussi aux grands-parents et parents, qui ont vécu l’époque des constructions  et qui ont été les « nouveaux » élèves de raconter  leurs souvenirs et expériences. L’AMPA (Association des parents) a programmé aussi pour la fin,  une journée de convivialité pour les familles avec jeux, restauration et  Eucharistie pour les anciens élèves.

Le cinquantième anniversaire se clôturera avec une messe pour les élèves et leurs parents le 1er octobre.

 Ce cinquantième anniversaire a été également l’occasion d’un renouvellement pédagogique de fond, auquel  sont impliqués tous nos collèges et, en même temps, occasion  de restructuration des espaces, tels que  les nouvelles techniques pédagogiques l’exigent.


Je termine avec  ces mots du Père Provincial, au moment  de la pose de la première pierre, le  12 octobre 1965 : « L’évêque de Santander a insisté pour que nous menions à terme ce nouveau collège, preuve de l’amour de Torrelavega pour la Congrégation... l’avenir de Torrelavega se construira, avec ces deux grands collèges, en lien étroit avec les  Pères et sœurs des « sacrés-cœurs, en espérant que Dieu nous aidera ». Et de fait ils continuent de nous aider.









Friday, January 8, 2016

Loliana Hale

Work with Immigrants   Travail avec migrants   Trabajo con emigrantesHonolulu

Hawaii is home to large Asian immigrant communities, including Japanese, Chinese, Filipino, and Koreans. Many of Hawaii’s native-born citizens are descendants of these immigrants who came during the nineteenth and early twentieth centuries to work in the islands’ sugar cane and pineapple industries.

Another wave of immigrants were the Vietnamese and Laotian people who came because of war in their countries. The Congregation’s schools in Hawaii have always been places where immigrant children are welcomed and given a good education. Even parents have been given jobs so they can provide for their families.

Today the schools served by the SSCC Sisters in Honolulu, Sacred Hearts Academy and St. Patrick School, continue this work as an ongoing service to immigrant families in our community. Many stories can be told, for example, about a family that escaped from Vietnam on a fishing boat, landed on an island off of Malaysia, lived in a refugee camp for a year and finally came to Hawaii and the Academy. The father worked at the school doing maintenance, his three daughters graduated from the Academy and his 3 sons from a neighboring all-boys Catholic school. All six children graduated from college, some with doctoral degrees.

One specific outreach to recent immigrants is Sacred Hearts Academy’s work with Loliana Hale, a transitional shelter for houseless families. Today, many of these families come from Micronesia, islands of the Pacific that were used as testing sites for nuclear weapons in the 1950’s. These people endured 67 nuclear weapons tests, some bombs were 1000 times more powerful than the bombs that fell on Hiroshima. As a result, the people suffer from a host of health issues and come to Hawaii seeking health care, better job opportunities, and education for their children.

Families can live in studio apartments with just one room, a small bathroom and kitchen area for about 2 years until more adequate and permanent facilities can be found for them. For over 25 years, students and teachers of the Academy have interacted with the residents of Loliana on 4 specific occasions during the school year: a Halloween party, providing baskets of food at Thanksgiving, gifts for the children and a party at Christmas, and an Easter party at the school. These interactions keep us in touch with families in need and serve as incentives for all of us, students and teachers, to become advocates for social reform and transformation in line with our Sacred Hearts mission and charism.



Loliana Hale. Trabajo con emigrantes

Hawai es el hogar de grandes comunidades de inmigrantes asiáticos, incluyendo japoneses, chinos, filipinos, y coreanos. Muchos de los ciudadanos nativos de Hawái son descendientes de estos inmigrantes que llegaron durante los siglos XIX y principios del XX para trabajar en las industrias de caña de azúcar y de piña de las islas.

Otra ola de inmigrantes fueron los vietnamitas y laosianos que vinieron a causa de la guerra en sus países. Las escuelas de la Congregación en Hawái siempre han sido lugares donde los niños inmigrantes son bienvenidos y reciben una buena educación. Incluso a los padres se les ha dado puestos de trabajo para que puedan mantener a sus familias.

Hoy en día las escuelas atendidas por las hermanas SSCC en Honolulu, Sacred Hearts Academy y St. Patrick School, continúan este trabajo como un servicio continuo a las familias inmigrantes en nuestra comunidad. Se pueden contar muchas historias, por ejemplo, sobre una familia que escapó de Vietnam en un barco de pesca, aterrizó en una isla de Malasia, vivió en un campo de refugiados durante un año y finalmente llegó a Hawái y a la Academia. El padre trabajaba en el mantenimiento de la escuela, sus tres hijas se graduaron de la Academia y sus 3 hijos en una escuela católica masculina vecina. Los seis hijos se graduaron en la universidad, algunos con doctorados.

Un compromiso específico con los inmigrantes recientes es el trabajo de la Academia Sagrados Corazones con “Loliana Hale”, un refugio de transición para las familias sin hogar. Hoy en día, muchas de estas familias provienen de Micronesia, las islas del Pacífico que fueron utilizadas como sitios de prueba de armas nucleares en la década de 1950. Estas personas soportaron 67 pruebas de armas nucleares, algunas bombas eran 1000 veces más potentes que las bombas que cayeron sobre Hiroshima. Como resultado, las personas sufren de una serie de problemas de salud y vienen a Hawái en busca de servicios de salud, mejores oportunidades de trabajo y educación para sus hijos.

Las familias pueden vivir, durante unos 2 años, en apartamentos tipo estudio con una sola habitación, un pequeño cuarto de baño y cocina, hasta que se puedan encontrar para ellos unas instalaciones más adecuadas y permanentes. Durante más de 25 años, los estudiantes y profesores de la Academia han interactuado con los residentes de Loliana en 4 ocasiones específicas durante el año escolar: en la fiesta de Halloween; el día de Acción de Gracias, proporcionando cestas de comida; una fiesta en Navidad con regalos para los niños; y una fiesta de Pascua en la escuela. Estas interacciones nos mantienen en contacto con las familias necesitadas y sirven como incentivos para que todos nosotros, estudiantes y maestros, nos convirtamos en defensores de la reforma social y la transformación en consonancia con nuestro carisma y misión Sagrados Corazones.



Loliana Hale. Travail avec migrants
Hawaï est le foyer de grandes communautés d’immigrants asiatiques, avec des japonais, des chinois, des philippins et des coréens. Beaucoup de citoyens natifs d’Hawaï sont des descendants de ces immigrants, arrivés au XIXème siècle et aux débuts du XXème, pour travailler dans les industries de canne à sucre et d’ananas des îles.

Une autre vague d’immigrants ont été des vietnamiens et des laotiens qui fuyaient de la guerre dans leurs pays. Les écoles de la Congrégation à Hawaï ont été toujours des lieux où les enfants des immigrants sont les bienvenus et reçoivent une bonne éducation. Même leurs parents ont trouvé des postes de travail avec nous afin de pouvoir maintenir leurs familles.

Aujourd’hui, les écoles desservies par les sœurs SSCC à Honolulu, Sacred Hearts Academy et St. Patrick School, continuent avec ce travail comme service continuel aux familles des immigrants dans notre communauté. On peut raconter pas mal d’histoires, comme exemple, cette famille-là, qui a échappé du Vietnam dans un bateau de pêche pour atterrir dans une île en Malaisie, elle a vécu dans un camp de réfugiés pendant une année et finalement elle est arrivée à Hawaï puis à l’Académie. Le père travaillait dans différents services de l’école ; ses trois filles se sont diplômées à l’Académie et ses trois garçons dans une école catholique voisine. Les six enfants se sont diplômés à l’université, quelques-uns ont obtenu un doctorat. De nos jours, un engagement spécifique avec les immigrants, est le travail de l’Académie des Sacrés Cœurs avec « Loliana Hale », un refuge de transition pour des familles qui n’ont pas où aller.

Aujourd’hui, beaucoup de ces familles proviennent de la Micronésie, les îles du Pacifique utilisées pour essayer des armes nucléaires dans les années 50. Ces personnes ont supporté 67 preuves d’armes nucléaires, parmi les bombes il y en avait certaines mille fois plus puissantes que les bombes lancées sur Hiroshima. De ces faits, les personnes souffrent de toute une série de problèmes de santé, et arrivent à Hawaï à la recherche de services médicaux, de meilleures opportunités de travail et d’éducation pour leurs enfants.


Les familles peuvent vivre à peu près pendant 2 ans, dans de petits appartements avec une seule pièce, une petite salle de bains et une cuisine, jusqu’à ce qu’ils trouvent des installations plus adéquates et permanentes. Pendant plus de 25 ans, les étudiantes et les professeurs de l’Académie ont interagi avec les résidents de Loliana en 4 moments spécifiques durant l’année scolaire : durant la fête d’Halloween ; le jour d’Action de Grâces, en fournissant des paniers alimentaires ; une fête à Noel, avec des cadeaux pour les enfants ; et une fête de Pâques à l’école. Ces interactions nous maintiennent en contact avec des familles dans le besoin et nous poussent et encouragent afin que, nous tous, élèves et professeurs, nous devenions des défenseurs de la réforme sociale et la transformation en consonance avec notre charisme et mission SS.CC.