Entrevista a / Interview with / Entretien avec
Vicente Arnés sscc
Vicente Arnés Cuadrado sscc (1939, Ledesma, Salamanca, España) tiene un récord entre los hermanos SSCC: ha participado en 7 Capítulos Generales. El primero fue el de 1970, con 30 años. El último, el del 2012. Vicente ha tenido la valiosa costumbre de escribir un diario de su presencia en estos siete capítulos. Estas memorias las ha enriquecido con una introducción a cada capítulo y un comentario sobre los documentos elaborados por los respectivos capítulos. El resultado es una pequeña historia de los últimos Capítulos Generales de los hermanos SSCC. La podemos encontrar en la Biblioteca SSCC on line del sitio web de Roma. V Arnés_Mis 7 Capítulos Generales (1970-2012)
Sin duda lo que resulta más sabroso de esta obra son sus
comentarios en el “diario de sesiones”. Gracias Vicente por esta original
aproximación a un aspecto de nuestra historia SSCC. En este post del BLOG SSCC ofrecemos una entrevista con
nuestro hermano.
Vicente, cuéntanos en
primer lugar qué significa para ti el haber participado en siete Capítulos
Generales.
Una
oportunidad y una gracia muy especiales. Oportunidad de conocer de cerca a
muchos hermanos y hermanas de la Congregación, muy diversos en culturas,
lenguas, mentalidades, en formas de concebir la vida, la expresión religiosa y la
manera de plasmar el espíritu de la Congregación, y cuyas caras y nombres guardo
en mi corazón. Oportunidad de conocer la situación real de la Congregación y de
asistir a la marcha y evolución de mi familia religiosa. La gracia de ver en
todos esos hermanos y hermanas un ejemplo admirable, una búsqueda maravillosa
de fidelidad y pertenencia al Señor y a la Congregación, desde situaciones tan
distintas. Y la gracia de participar activamente en la vida de mi Congregación
y aportar mi granito de arena.
En el Capítulo de 1970
tenías 30 años. Era el inmediato postconcilio. ¿Qué te llamó más la atención de
este Capítulo?
Las dos
visiones tan distintas de Vida Religiosa que aparecían continuamente (la
preconciliar y la postconciliar). La dureza del enfrentamiento entre ambas
posturas. La desorganización y falta de programa en el desarrollo del Capítulo.
Las discusiones “bizantinas” que surgían con frecuencia. Las reticencias que
aparecían hacia el Gobierno General o “central”. Y, a la vez, la bondad y
piedad personal de esos hermanos fuera de la sala capitular.
Dando un salto al
último Capítulo General (2012), ¿qué diferencias son las más notables con este
Capítulo 42 años más tarde?
La
superación de esas cinco situaciones señaladas en la respuesta anterior, la
libertad de expresión, la aceptación de la diversidad, la simultaneidad con las
hermanas y el buen ambiente general de oración, trabajo, fraternidad y
convivencia.
¿Qué Capítulo te ha
dejado más satisfecho personalmente? ¿Por qué?
Creo que el
de 1982. Estuvo bien organizado en su preparación y desarrollo. Las tres
opciones prioritarias sobre los pobres, la vida comunitaria y la conversión
permanente, que dieron origen a tres cartas del Superior General, influyeron
mucho. La frase: “construir un mundo más justo en solidaridad con los pobres”
se convirtió en un slogan para toda la Congregación, en los años posteriores.
El ambiente, dentro y fuera del Capítulo, fue muy bueno. Un auténtico “impulso
de aire vital e ilusión renovada” para superar la difícil década anterior.
Capítulo General de 1982, El Escorial |
¿Qué Capítulo te ha
resultado más difícil? ¿Por qué?
Creo que el
de 1970. Yo era muy joven, viví con pasión el Concilio Vaticano II y me costaba
aceptar algunas posturas y discusiones. Me
tocó vivir muy de cerca la dificultad para formar Gobierno General y buscar una
nueva estructura, a mi parecer inviable. Y tuve que asistir y acompañar la
crisis vocacional de un Consejero General que había sido formador mío. Era
demasiado para mí.
¿Cuáles han sido los
momentos más difíciles, los más duros, que has vivido en estos Capítulos?
Creo que la
dificultad para formar Gobiernos Generales repetida en varios Capítulos. El
tener que decirle “no” al P. Jan Scheepens, a quien admiraba y quería, cuando
en 1976, me propuso para Vicario General. Los problemas de salud que tuve en el
Capítulo de 1994. Fueron momentos puntuales. Pero, en general, puedo decir que los
Capítulos han sido una gozada espiritual y humana.
Cuando nos reunimos en
el nombre del Señor, él está en medio de nosotros. En un Capítulo de una manera
singular. ¿Cómo ha sido tu experiencia de Dios en los Capítulo? ¿Ha estado de
veras presente el Espíritu de Dios en los capítulos?
Creo que
sí. Un Capítulo es una experiencia espiritual muy fuerte. Las celebraciones
están muy cuidadas, la diversidad y fervor de los demás te ayuda a caminar
hacia lo esencial. La responsabilidad y gravedad de los problemas te animan a
una mayor intimidad con el Señor. Los resultados finales y la perspectiva del
tiempo te hacen consciente de la presencia del Espíritu en esas reuniones
fraternas, de una manera apabullante.
Has sido varias veces
“moderador” de las sesiones de Capítulos. ¿Es complicado “moderar” a los
hermanos SSCC? ¿Cómo ha sido esta experiencia?
Siempre
positiva. Moderar no tiene complicación especial si conoces la técnica. Y el
estar entre hermanos facilita mucho las cosas. Es verdad que seguir un diálogo
o discusión en lenguas distintas y reaccionar adecuadamente, requiere bastante
atención y agilidad mental y, a veces, es un poco cansado. Pero lo he llevado
bien.
Capítulo General de 1988, El Escorial, sesión conjunta hermanos y hermanas |
Con tu perspectiva
histórica, en estos 42 años de participación directa en los Capítulos Generales
has tenido la oportunidad de presenciar el desarrollo de la Congregación ¿Qué has
observado en ese desarrollo? ¿En qué hemos avanzado como Congregación? ¿Hemos
perdido, o se ha debilitado algo en el camino?
El
desarrollo de una Congregación religiosa, como es lógico, está muy conectado
con el desarrollo social y el desarrollo de la Iglesia. Hemos vivido tiempos
muy convulsos en el postconcilio, con muchas idas y vueltas. Creo que hemos
avanzado en libertad, democracia interna, aceptación de la diversidad, vuelta a
las fuentes, relación con las hermanas, internacionalidad, organización,
inserción en la iglesia local. Y hemos perdido en número de hermanos, presencias
diversificadas, mística de salida, disponibilidad misionera, exceso de
mantenimiento y seguridad, y, sobre todo, falta de creatividad y aceptación de
riesgos.
Este próximo agosto
comenzará otro Capítulo General. Por lo que has aprendido hasta ahora, ¿cuál
sería tu consejo? ¿Cuál sería tu advertencia? ¿Qué errores habría que evitar
repetir?
Un Capítulo general es un acontecimiento salvífico, eclesial y
familiar; exige apertura de corazón, acogida del hermano y escucha del Espíritu
Santo en un clima de pobreza, libertad, caridad, oración y alegría. La gran
pregunta de un Capítulo es siempre esta: ¿Qué quiere Dios de nosotros en este
momento del mundo y de la Iglesia? Todo lo demás es relativo. Y el gran error
es no distinguir bien lo relativo y lo esencial, o caer en la trampa de lo
relativo inmediato. Ningún Capítulo es único ni definitivo. Es parte de una
historia a conocer y a seguir…
En medio de los
desafíos en el mundo y de la Iglesia, miramos al futuro de nuestra presencia
SSCC. Si tuvieras que dirigir un mensaje para las futuras generaciones SSCC,
¿cuál sería?
Que recen
todos los días esta oración: Señor, hazme ver los Molokais de este mundo que necesitan Damianes generosos, confiados, alegres, creativos y santos; no
permitas que me resigne y dame fuerzas para ofrecerme. Amén.
Interview with
Vicente Arnés sscc
Vicente Arnés Cuadrado sscc
(1939 Ledesma, Salamanca, Spain) holds a record among the sscc brothers: he has
participated in 7 General Chapters. The first was 1970 when he was 30 years
old, the last, that of 2012. Vicente had
the valorous custom of keeping a diary of his attendance at these General
Chapters. These memories have been enriched with an introduction to each
chapter and a commentary on the documents produced by the respective Chapters.
The result is a short history of the recent General Chapters of the brothers.
We can access them in the Library Section on line from Rome. (V Arnés_Mis 7
Capítulos Generales (1970-2012)).
Without a doubt what is most appetizing about these commentaries is a “sessions diary.” Thanks Vicente for this original way to know an aspect of our sscc history. In this post on the SSCC BLOG, we offer an interview with him.
Without a doubt what is most appetizing about these commentaries is a “sessions diary.” Thanks Vicente for this original way to know an aspect of our sscc history. In this post on the SSCC BLOG, we offer an interview with him.
Vicente, above all else what does it
mean to you that you were at seven General Chapters?
Opportunity and a grace. An opportunity to know close-up many brothers
and sisters of the Congregation, diverse in culture, languages, mentalities,
different in ways of understanding life, religious expression and ways of
configuring the spirit of the Congregation and whose names and faces I hold dearly
in my heart. In a word, the opportunity to know the lived reality of the
Congregation and to be of assistance in the advancement and evolution of my
religious family. The grace to admire the example of all these brothers and
sisters, marvelously searching out in such diverse situations, to be faithful
and attached to the Congregation. The grace to participate actively in the life
of my Congregation and to contribute my grain of sand.
At the time of the post conciliar General
Chapter of 1970, you were 30 years old. What sticks in your memory?
The two visions of religious life
which continuously showed up, pre- and post-conciliar. The toughness and confrontation
between these two postures. The disorganization and lack of a program in the
development of the Chapter. The discussions were byzantine, over and over.
There were reservations towards the General Government, or “central” Government.
And at the same time, the goodness and piety of these same brothers outside of
the Chapter room.
Jumping ahead forty-two years later to
the last General Chapter (2012), what were the more notable differences?
The five problematic areas, noted in
the previous answer, were overcome; the liberty of expression, the acceptance
of diversity, having the Chapter simultaneously with the sisters and the good
environment of prayer, work, fraternity and comradery.
Which Chapter was most personally satisfying
and why?
I believe it was the General chapter
of 1982. The Chapter was well organized
and played out well. Three priorities had a great influence: the poor,
community life and on-going conversion and these later gave rise to three
letters of the Superior General. The phrase “to build a more just world in
solidarity with the poor,” became a slogan for the whole Congregation in the
following years. In and outside the Chapter meetings the atmosphere was
splendid. There was fresh air and a renewed vision to overcome the previous
difficult ten-year period.
Which Chapter burned you the most?
Why?
General Chapter 1982, El Escorial. Election of Pat Bradley as Superior General |
I believe the Chapter of ’70. I was
really young and living with passion the spirit of Vatican II. And it took a
lot to accept some stances and discussions. What hit home was the difficulty of
forming a General Government and searching out new structures, which in my
opinion were unfeasible. Also, I had to accompany a General councilor as he
worked through a vocational crisis, one who had been my own formator. It was
all too much for me.
What were the most difficult
moments, the roughest through which you have lived?
The difficulty of forming a General
Government recurring in many Chapters; the tension of saying “no” to Father Jan
Scheepens whom I admired and loved when in 1976 he proposed to nominate me as
Vicar General; health problems in 1994: these were moments that stick out. But in general, I can say the Chapters have
been a delight, spiritually and humanly speaking.
When we gather in the name of the Lord,
he is in our midst, in a Chapter in a particular way. What has been your experience of the presence
of God with us in Chapter? Was the Spirit of God truly present in those General
Chapters?
I believe so. A Chapter is a strong
spiritual experience. The celebrations are well prepared, the diversity and
fervor of others help you to hang in close to what is essential. The
responsibility and the seriousness of the problems push you to a greater
closeness with the Lord. The final
results and then a perspective over time make you aware, in an overpowering
way, of the presence of the Spirit in those fraternal gatherings.
At various times you have been the
“moderator” of Chapter sessions. Is it
complicated to moderate sscc brothers?
How has that experience been for you?
Always positive. If you know the
technique, being a moderator is not particularly complicated. The fact of being
among brothers makes things easier. It’s true that following a dialogue or a
discussion in various languages and responding adequately requires an adequate
attention and mental agility and at times, one is a bit tired out. However, I
carried it off ok.
In your historical perspective of 42
years of direct participation in General Chapters, you had the opportunity to
be present to the development of the Congregation. What do you make of this development? How
have we moved forward? What have we lost or did anything weaken along the way?
General Chapter 1976, Rome |
As is logical to expect, the
development of a religious Congregation is connected to social development and
to the development of the Church. We have lived a lot of upheaval in post
conciliar times with a lot of toing and froing. I believe that we have moved
forward in freedom, internal democracy, acceptance of diversity, return to the
sources, relationship with the sisters, internationality, organization and
insertion into the local church. We have lost in the number of brothers, in the
diversification of our presence, in the mystic of “going forth”, in the availability
for mission, in excessive maintenance and security and above all, the loss of
creativity and taking risks.
Another General Chapter begins this
August. For what you know of it so far,
what would be your advice? Warning? What errors do we need to avoid repeating?
A General Chapter is a saving event
of church and family. It demands openness of heart, acceptance of the other as
brother, listening to the Holy Spirit in a climate of poverty, liberty,
charity, prayer and joy. The
scintillating question of every Chapter is what does God want of us in this
moment of the world and of the church? Everything else is relative. The great
error is not making the distinction between what is relative and what is
essential, or falling into the trap of the immediately relevant. No Chapter is
unique nor definitive. It is part of a history to be known and to be followed……
In the midst of the challenges in
world and church, we look to the future of our sscc presence. If you had to
deliver a message to future sscc generations, what would it be?
That every day we pray this prayer: Lord make me see the “Molokais” of this
world that need “Damiens”: generous, entrusted, happy, creative and holy; do
not allow me to give up but give me the zest to offer myself. Amen.
General Chapter 2012, Rome. Retreat day. |
Entretien avec Vicente Arnés sscc
Vicente Arnés Cuadrado sscc (1939, Ledesma, Salamanque, Espagne) bat un record parmi les frères
SSCC : il a participé à 7 chapitres généraux ! Le premier était en
1970, il avait 30 ans. Et le dernier, celui de 2012. Vicente a eu la bonne habitude
de tenir le journal de sa présence à ces sept chapitres. Il a apporté un plus à
ces souvenirs en faisant précéder chaque chapitre d’une introduction et en
ajoutant un commentaire sur les documents produits par les chapitres respectifs.
Il en résulte ainsi un bref historique des derniers chapitres généraux des
frères SSCC que nous pouvons retrouver à la bibliothèque SSCC en ligne du
site web de Rome. V
Arnés_Mis 7 Capítulos Generales (1970-2012)
Sans doute, ce qui est encore le plus savoureux de ce travail ce sont les
commentaires que l’on trouve dans le « Journal des sessions ». Merci,
Vincent, pour cette approche originale sur un aspect de notre histoire SSCC. Dans ce post du BLOG SSCC, nous présentons une interview avec notre frère.
Vicente, dis-nous
tout d’abord ce que signifie pour toi d’avoir participé à sept chapitres
généraux.
Ce fut une occasion et une grâce
très particulières. Occasion de connaître de près beaucoup de frères et de
sœurs de la Congrégation, très différents selon les cultures, langues et
mentalités, les manières de concevoir la vie, les expressions religieuses et la
façon de s’approprier l’esprit de la Congrégation par des personnes concrètes dont
les visages et les noms me restent gravés au cœur. Occasion d’apprendre à
connaître la situation réelle de la Congrégation et de constater les progrès et
l’évolution de ma famille religieuse. La grâce de voir en tous ces frères et
sœurs un exemple admirable de fidélité et d’appartenance au Seigneur et à la
Congrégation, à partir de situations très différentes. Et la grâce de
participer activement à la vie de ma congrégation et d’y apporter mon petit grain
de sable.
Au chapitre de 1970
tu avais 30 ans. C’était la période juste après le concile. Qu’est-ce qui t’a
marqué plus particulièrement de ce chapitre ?
Deux visions très différentes de
la vie religieuse (la préconciliaire et la postconciliaire) qui apparaissaient
à tout moment. Avec une confrontation très dure entre deux positions. Un manque
d’organisation et de programmation sur le déroulement du chapitre. Les
discussions « byzantines » qui surgissaient très fréquemment. La
méfiance qui se manifestait face au gouvernement général ou
« central ». Et, en même temps, la bonté et la piété personnelle de
ces frères hors de la salle capitulaire.
Chapitre général de 1988, El Escorial |
rd ? La disparition des cinq
situations évoquées dans la réponse précédente, avec une liberté d’expression,
une acceptation de la diversité, la coordination avec les sœurs et la bonne
ambiance générale de prière, de travail, de fraternité et de convivialité.
Quel chapitre t’a apporté le plus de satisfaction personnelle ? Et pourquoi ?
Je pense que c’est celui de 1982.
Il y avait une bonne organisation aussi bien pour la préparation que dans son
déroulement. Les trois options prioritaires pour les pauvres, la vie
communautaire et la conversion permanente, qui donnèrent lieu à trois lettres
du supérieur général, ont beaucoup influencé la bonne marche. Le thème :
« Pour construire un monde plus juste en solidarité avec les
pauvres » est devenu un slogan pour la Congrégation entière, dans les
années suivantes. L’atmosphère, autant au cours des séances du chapitre qu’en
dehors, était très bon. Un authentique « souffle vivifiant et un enthousiasme
renouvelé » pour dépasser les difficultés de la décennie précédente.
Quel chapitre t’a
paru le plus difficile ? Et pourquoi ?
Je crois que c’est celui de 1970.
J’étais très jeune, je vivais avec passion le Concile Vatican II et il m’était difficile
d’accepter certaines positions et discussions. J’ai dû vivre de très près les
difficultés à former un Gouvernement général et à travailler pour une nouvelle
structure, impossible, à mon avis. De plus j’ai dû assister et accompagner la
crise vocationnelle d’un Conseiller général qui avait été mon formateur.
C’était trop pour moi.
Quels ont été les
moments les plus difficiles, les plus durs, que tu as vécus en ces chapitres ?
Je crois que c’est la difficulté,
qui est revenue à chaque chapitre, de former un gouvernement général. Le fait
de devoir dire « non » au P. Jan Scheepens, que j’admirais et aimais,
lorsqu’en 1976, il m’a proposé d’être son vicaire général. Les problèmes de
santé qui m’ont touché au chapitre de 1994. Ce furent des moments passagers.
Mais, en général, je peux dire que les chapitres ont été pour moi une joie
humaine et spirituelle.
Chapitre général de 1994, Rome |
Je crois que oui. Un chapitre est
une expérience spirituelle très forte. Les célébrations sont très bien
préparées, la diversité et la ferveur des autres frères t’aide à aller à
l’essentiel. La responsabilité et la gravité des problèmes t’incitent à une
plus grande intimité avec le Seigneur. Les résultats finaux et la perspective
du temps te font prendre conscience de la présence de l’Esprit en ces
rencontres fraternelles, d’une manière extraordinaire
Tu as été à plusieurs reprises « modérateur » de sessions
des chapitres. Est-ce compliqué d’être « modérateur » auprès de
frères SSCC ? Comment as-tu vécu cette expérience ?
Toujours d’une manière positive.
Etre « modérateur » n’est pas compliqué quand tu connais la
technique. Et être au milieu de frères facilite grandement les choses. C’est
vrai que suivre un échange ou un débat en différentes langues et réagir de
manière appropriée, requiert beaucoup d’attention et d’agilité mentale et parfois
cela devient fatigant. Mais je crois l’avoir bien vécu.
Père Esteban Gumucio, au Chapitre Général de 1970 |
L’évolution d’une congrégation
religieuse est très liée, bien évidemment, à l’évolution de la société et de
l’Eglise. Nous avons vécu des temps très agités dans la période postconciliaire,
avec de nombreux allers et retours. Je pense que nous avons avancé dans le
domaine de la liberté, la démocratie, l’acceptation de la diversité, le retour
aux sources, la relation avec les sœurs, l’internationalité, l’organisation de
l’insertion dans une Eglise locale. Nous avons perdu en nombre de frères, de
présences diversifiées, de mystique de « sortie », de disponibilité
missionnaire, d’excès de maintien du « statu quo », de sécurité et,
surtout, du manque de créativité et de prise de risque.
Au prochain mois d’août, commencera un nouveau chapitre général. Avec tout
ce que tu as appris jusqu'à présent, quels seraient tes conseils ? Quel
serait, à ton avis, l’attention à avoir ? Quelles erreurs faudrait-il
éviter de répéter ?
Un chapitre général est un
événement de Salut, d’Eglise et de famille ; Cela exige une ouverture du
cœur, l’accueil du frère et écoute de l’Esprit Saint dans un climat de
pauvreté, de liberté, de charité, de prière et de joie. La grande question d’un
chapitre est toujours celle-ci : Que veut Dieu de nous à cette époque du monde
et de l’Eglise ? Tout le reste est relatif. Et la grande erreur est de ne pas bien
distinguer entre l’essentiel et le relatif, ou de tomber dans le piège du
relatif immédiat. Aucun chapitre n’est unique ni définitif. Il fait partie
d’une histoire à comprendre et à suivre...
Au cœur des défis du monde et de l’Eglise, nous regardons l’avenir de notre
présence SSCC. Si tu avais un message à livrer aux générations futures, SSCC,
quel serait-il ?
Qu’elles prient chaque jour avec
cette prière : « Seigneur, fais-moi percevoir les « Molokai »
de ce monde qui ont besoin des « Damien » généreux, confiants,
joyeux, créatifs et saints ; ne permets pas que je me résigne et donne-moi
la force de me livrer. Amen. »
2012, Rome |
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